martes, 10 de diciembre de 2013

Reflexión: Nelson Mandela

El Legado

“No one is born hating another person because of the color of his skin, or his background, or his religion. People must learn to hate, and if they can learn to hate, they can be taught to love, for love comes more naturally to the human heart than its opposite.”

Algo jamás pensando a los principios de los noventas era que en Sudáfrica iba a haber un presidente negro. Desde 1948 (año de su formalización) elApartheid estaba en plena vigencia. Había universidades para “blancos” y para “negros”, (Acto de Extensión de Educación Universitaria - 1959), había “republicas títere” dentro de Sudáfrica (Acto de Promoción de Autonomía Bantú - 1959) las cuales estaban formadas en lugares tan irrisorios como terrenos baldíos, y lugares sin recursos naturales propios, hasta los edificios públicos tenían entradas para “negros” y “blancos”, lo mismo que los servicios de transporte. Pero, luego de la muerte del Presidente Pieter Willem Botha en 1989, y la declaración de su sucesor Frederik Willem de Klerkque Nelson Mandela iba a ser puesto en libertad, luego de 26 años de prisión, Sudáfrica nunca fue la misma.

Tras ser liberado, Mandela, trabajo muy próximo con De Klerk, como los dos principales interesados en la democratización de la República de Sudáfrica. Esto les valió el premio nobel a la paz en 1993. Y luego en 1994, Mandela se convirtió en el primer presidente negro de la República de Sudáfrica.

Los cambios que esto trajo al status quo de la población blanca se dieron en forma paulatina, pero, siempre, pensando en generar unidad, no segregaciones. Tanto fue así, que al asumir, gran parte del personal blanco en el Palacio de Gobierno dejó de asistir, por miedo a represalias, pero retomó el trabajo luego de un comunicado oficial anunciando que sólo se despediría al personal si su rendimiento así lo ameritaba. Otro hito clásico sobre su lucha contra la discriminación fue el apoyo a la selección nacional de Rugby (llamada Springboks, y un ícono de la sociedad blanca) en el mundial de 1995. Para concluir esta breve reseña, cabe también destacar la creación de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, en la cual, su presidente, el arzobispo Desmond Tutu definió como lema "Sin perdón no hay futuro, pero sin confesión no puede haber perdón".

Este jueves pasado (5 de diciembre de 2013), el mundo perdió un ícono de la lucha a favor de la tolerancia y del respeto a los Derechos Humanos. Cuántos países del mundo actualmente serían diferentes si hubiesen tenido a un Nelson Mandela entre sus dirigentes. Cuántas sociedades serían distintas si sus miembros sólo siguieran algunos de sus principios. Y siempre cabe preguntarse: “¿Cómo hizo para no odiar a sus captores alguien que estuvo preso durante 26 años en condiciones paupérrimas? Yo creo que la respuesta a esa pregunta es que la única forma de crear algo grandioso, es también haciendo grandes sacrificios.